DICCIONARIO MÉDICO

Somatotropina

¿Qué es la somatotropina?

La somatotropina, también conocida como hormona del crecimiento humano o GH (del inglés Growth Hormone), es una hormona peptídica producida y liberada por la glándula pituitaria anterior, una pequeña glándula ubicada en la base del cerebro. Esta hormona es vital en el cuerpo humano por su rol fundamental en el crecimiento, metabolismo y homeostasis corporal.

El nombre somatotropina deriva de las palabras griegas "soma", que significa cuerpo, y "tropos", que significa crecimiento, lo cual refleja su papel primordial en el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano. Durante la infancia y la adolescencia, la somatotropina es esencial para el crecimiento longitudinal de los huesos, contribuyendo al incremento de estatura que se observa durante estos periodos de la vida. En el crecimiento óseo, la somatotropina actúa estimulando la producción de un factor de crecimiento llamado factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1) en el hígado y otros tejidos. El IGF-1, a su vez, promueve la proliferación y diferenciación de las células de los cartílagos de crecimiento (o discos epifisiarios) en los extremos de los huesos largos, lo que resulta en el alargamiento de estos huesos y, en consecuencia, en el aumento de estatura.

Además de su papel en el crecimiento, la somatotropina tiene importantes efectos sobre el metabolismo. A nivel general, esta hormona tiene un efecto anabólico, es decir, favorece la construcción de tejidos y la acumulación de energía en el cuerpo. En el metabolismo de los carbohidratos, la somatotropina actúa para mantener los niveles de glucosa en sangre, lo cual es particularmente importante durante los periodos de ayuno. Para lograr esto, la somatotropina reduce la captación de glucosa por los músculos y otros tejidos periféricos e incrementa la producción de glucosa en el hígado. De este modo, la somatotropina ayuda a asegurar que el cerebro, que depende en gran medida de la glucosa como fuente de energía, tenga un suministro constante de este nutriente incluso cuando la ingesta de alimentos es insuficiente.

En el metabolismo de las grasas, la somatotropina promueve la lipólisis, es decir, la degradación de los triglicéridos almacenados en el tejido adiposo para liberar ácidos grasos libres en la circulación. Estos ácidos grasos pueden ser utilizados como fuente de energía por muchos tejidos del cuerpo, lo que contribuye a conservar las reservas de glucosa.

Además de estos roles fundamentales, la somatotropina tiene otros efectos en el cuerpo. Por ejemplo, se ha demostrado que esta hormona contribuye a la función del sistema inmunológico y puede tener un papel en la regulación del estado de ánimo y las funciones cognitivas.

Aunque la somatotropina es esencial para la salud y el bienestar, también es cierto que su acción debe estar finamente regulada. Una producción excesiva de somatotropina puede resultar en condiciones como el gigantismo y la acromegalia, caracterizadas por un crecimiento anormalmente acelerado y aumento del tamaño de las extremidades y otras partes del cuerpo, respectivamente. Por otro lado, una deficiencia de somatotropina puede causar un crecimiento insuficiente y resultar en enanismo hipofisario. 

Para mantener los niveles de somatotropina dentro de los rangos normales, el cuerpo cuenta con un complejo sistema de regulación que involucra a varias otras hormonas y factores, y que puede ser afectado por diversos factores, como la edad, el sexo, el sueño, el ejercicio y la nutrición.

En la medicina moderna, la somatotropina se utiliza con fines terapéuticos en varios contextos. Por ejemplo, se puede administrar a niños con deficiencia de esta hormona para promover su crecimiento. También se ha utilizado en adultos con deficiencia de somatotropina para mejorar su calidad de vida y reducir los síntomas asociados con esta condición. Sin embargo, el uso de somatotropina debe ser siempre supervisado por un médico debido a su potencial para causar efectos adversos y debido a la necesidad de ajustar la dosis de acuerdo con las necesidades individuales del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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