DICCIONARIO MÉDICO

Síndrome de Millard-Gubler

¿Qué es el síndrome de Millard-Gubler?

El síndrome de Millard-Gubler, un fenómeno clínico nombrado por los médicos Auguste Louis Jules Millard y Adolphe-Marie Gubler en el siglo XIX, es un trastorno neurológico caracterizado por la afectación de estructuras nerviosas específicas ubicadas en el tronco cerebral, concretamente en el lado ventral de la protuberancia anular o puente de Varolio.

Este síndrome resulta de una lesión en esta región, que contiene fibras motoras cruciadas y fibras sensitivas, y su manifestación clínica incluye parálisis de los músculos de la cara y hemiplejía del lado opuesto del cuerpo. 

En el contexto anatómico y fisiológico, el síndrome de Millard-Gubler se centra en la región de la protuberancia, una estructura compleja situada en el tronco encefálico, entre el mesencéfalo superior y el bulbo raquídeo inferior, que alberga numerosos núcleos y tractos nerviosos. La lesión responsable de este síndrome afecta principalmente a las fibras motoras que se cruzan y descienden a través de la protuberancia, así como a las fibras sensitivas. La afectación de estas fibras resulta en un conjunto específico de síntomas y signos, que incluyen parálisis facial periférica ipsilateral y hemiplejía contralateral.

La parálisis facial periférica, un componente cardinal del síndrome de Millard-Gubler, se manifiesta por la debilidad o parálisis de todos los músculos de un lado de la cara, afectando tanto a los músculos superiores como inferiores de la cara, lo que diferencia a esta parálisis de la central, donde la afectación es principalmente inferior. Este tipo de parálisis facial es consecuencia de la afectación del nervio facial, que tiene un recorrido intracraneal antes de inervar los músculos faciales, siendo este recorrido intracraneal el que se ve comprometido en el síndrome de Millard-Gubler.

En cuanto a la hemiplejía contralateral, es decir, la parálisis de la mitad opuesta del cuerpo, es producto de la lesión de las fibras corticoespinales que se encuentran en su trayecto descendente por la protuberancia. Estas fibras son responsables de la inervación motora voluntaria de los músculos del cuerpo, por lo que su afectación lleva a una pérdida de la capacidad de movimiento voluntario en el lado del cuerpo opuesto a la lesión.

Los pacientes afectados por el síndrome de Millard-Gubler, además, pueden experimentar pérdida sensorial contralateral debido a la afectación de las fibras sensitivas que ascienden a través del tronco cerebral. Esta pérdida sensorial puede involucrar tanto la sensación táctil como la propioceptiva, afectando la capacidad del individuo para percibir estímulos sensoriales y reconocer la posición de las partes del cuerpo en el espacio.

El diagnóstico del síndrome de Millard-Gubler implica una evaluación clínica detallada, enfocándose en la historia clínica del paciente y en la identificación de signos y síntomas característicos. Además, se pueden emplear técnicas de imagen como la resonancia magnética (RM) para visualizar la lesión en la protuberancia y confirmar la presencia del síndrome. La RM permite una visualización detallada de las estructuras del tronco encefálico y puede identificar alteraciones como infartos, hemorragias o tumores que podrían ser responsables de la lesión protuberancial.

En lo que respecta al tratamiento del síndrome de Millard-Gubler, este se centra en abordar la causa subyacente de la lesión protuberancial y en manejar los síntomas resultantes. El manejo sintomático puede incluir fisioterapia para abordar la debilidad muscular y mejorar la funcionalidad, así como intervenciones dirigidas a manejar la pérdida sensorial. Es fundamental iniciar el tratamiento de manera temprana para optimizar los resultados y mejorar la calidad de vida de los afectados por este síndrome.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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