Síndrome de las lágrimas de cocodrilo

¿Qué es el síndrome de las lágrimas de cocodrilo?

El síndrome de las lágrimas de cocodrilo, médicamente conocido como fenómeno de Bell o síndrome de Bogorad, es una condición poco común pero característica en la que un individuo presenta lagrimeo (epífora) mientras come o está anticipando la comida. Esta situación es el resultado de una reordenación anómala de las fibras nerviosas después de una lesión del nervio facial.

La denominación "lágrimas de cocodrilo" proviene del hecho de que los cocodrilos producen lágrimas mientras consumen su alimento, aunque estos animales lo hacen por razones anatómicas y fisiológicas completamente diferentes. En el contexto humano, este síndrome se manifiesta por lágrimas durante la masticación y es el resultado de una recuperación inapropiada de las fibras nerviosas que se encargan de la salivación y del lagrimeo.

La etiología del síndrome de las lágrimas de cocodrilo se relaciona con una lesión en el nervio facial, el cual controla la función de múltiples músculos faciales y también tiene fibras que se relacionan con la lágrima y salivación. Lesiones en este nervio pueden ser consecuencia de diversas causas como trauma, cirugía, infecciones, tumores o enfermedades inflamatorias. Cuando el nervio se recupera tras una lesión, es posible que las fibras nerviosas que originalmente estaban destinadas a las glándulas salivales se reconecten con las glándulas lagrimales. Como resultado, el estímulo para la salivación también provoca el lagrimeo.

El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente y en el reconocimiento de la relación entre comer y el lagrimeo. Es esencial diferenciar este síndrome de otras causas de epífora, como obstrucciones del conducto lagrimal o afecciones oculares. Un historial de lesión previa del nervio facial es un indicativo fuerte hacia el diagnóstico de este síndrome.

En cuanto al tratamiento, no siempre es necesario. En muchos casos, el síndrome no es lo suficientemente grave como para justificar el tratamiento. Cuando los síntomas son molestos, el tratamiento puede incluir medidas como la administración de anticolinérgicos tópicos o la inyección de toxina botulínica en la glándula lagrimal. Estas intervenciones actúan reduciendo la producción de lágrimas. Sin embargo, es esencial que cualquier tratamiento sea discutido y personalizado para el paciente, considerando los riesgos y beneficios.

© Clínica Universidad de Navarra 2023