DICCIONARIO MÉDICO

Reparadora

¿A qué se llama reparadora en Medicina?

La medicina reparadora, o cirugía reparadora, es una especialidad dentro de la cirugía plástica que tiene como objetivo la restauración de la forma y función de diferentes partes del cuerpo que han sido afectadas por enfermedades, traumatismos, procesos congénitos, tumores o cualquier otra causa que haya llevado a un defecto o pérdida estructural y funcional. A diferencia de la cirugía estética, que busca principalmente mejorar la apariencia estética de un paciente, la cirugía reparadora se centra en restablecer la funcionalidad y mejorar la calidad de vida de la persona.

Esta especialidad engloba un amplio espectro de procedimientos y técnicas quirúrgicas. Desde la corrección de malformaciones congénitas, como fisuras labiopalatinas, hasta la reconstrucción de mamas tras una mastectomía por cáncer de mama, la cirugía reparadora desempeña un papel crucial en la rehabilitación y recuperación de pacientes que han sufrido alteraciones en su anatomía.

En el ámbito de los traumatismos, por ejemplo, las lesiones que causan cicatrices extensas, contracturas o pérdida de tejido, pueden requerir intervenciones reparadoras para liberar la tensión, mejorar la movilidad y restaurar la apariencia. Estas lesiones pueden ser el resultado de accidentes, quemaduras o cirugías previas. La cirugía reparadora en estos casos no solo tiene un impacto funcional, sino también psicológico, ya que una apariencia normalizada puede mejorar la autoestima y el bienestar emocional del paciente.

En el contexto oncológico, tras la extirpación de tumores, es común que queden defectos que alteren la funcionalidad y estética de una zona. La cirugía reparadora entra en juego para reconstruir estas áreas, utilizando tejidos autólogos (del propio paciente) o materiales sintéticos cuando sea necesario. Un ejemplo clásico es la reconstrucción mamaria después de una mastectomía. Aunque la prioridad es el tratamiento del cáncer, la reconstrucción posterior es vital para la recuperación integral de la paciente.

La cirugía reparadora también se utiliza en el manejo de enfermedades degenerativas o condiciones crónicas. Por ejemplo, en pacientes con úlceras crónicas o lesiones por presión, donde el tejido ha sufrido necrosis, los procedimientos reparadores pueden ser necesarios para eliminar el tejido dañado y cerrar el defecto resultante.

Las malformaciones congénitas, como ya se mencionó, son otra área donde la cirugía reparadora es fundamental. Desde deformidades faciales hasta anomalías en extremidades, la cirugía reparadora busca proporcionar una anatomía y funcionalidad normales al paciente, permitiendo su integración y desarrollo adecuado en la sociedad.

El desarrollo técnico y científico en esta especialidad ha sido exponencial en las últimas décadas. Las técnicas microquirúrgicas, por ejemplo, han permitido la realización de trasplantes de tejidos con una precisión inigualable, asegurando una vascularización adecuada del tejido trasplantado y, por lo tanto, su supervivencia. Además, la investigación en materiales biocompatibles ha abierto la puerta a la utilización de implantes y sustitutos de tejido que facilitan la reconstrucción en casos donde el tejido autólogo es insuficiente o no está disponible.

Cabe señalar que la cirugía reparadora no es solo el acto quirúrgico en sí. El proceso de rehabilitación posterior es esencial para asegurar el éxito del procedimiento y la recuperación total del paciente. Esto implica fisioterapia, terapia ocupacional y, en ocasiones, apoyo psicológico.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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