DICCIONARIO MÉDICO

Quiste paraovario

¿Qué es el quiste paraovario?

El quiste paraovárico, conocido también como quiste paratubárico, es una lesión benigna localizada en el espacio adyacente al ovario, específicamente en el ligamento ancho que sujeta los ovarios y las trompas de Falopio al útero. Esta patología ginecológica representa alrededor del 10% de todas las masas anexiales, término que abarca todas las lesiones que se desarrollan en la región de los ovarios y las trompas de Falopio. Los quistes paraováricos pueden presentarse a cualquier edad, pero son más frecuentes en mujeres en edad reproductiva.

Aunque no se ha establecido una causa concreta para la aparición de los quistes paraováricos, algunos estudios sugieren que pueden originarse a partir de remanentes embrionarios de los conductos de Wolff o Müller, que son estructuras presentes durante el desarrollo fetal y que dan lugar a diferentes partes del sistema reproductor femenino. Otros factores que podrían estar implicados en su formación incluyen el trauma, la inflamación y los cambios hormonales.

Desde el punto de vista clínico, los quistes paraováricos pueden ser asintomáticos o presentar una serie de signos y síntomas que dependen en gran medida de su tamaño y ubicación. Cuando son pequeños, generalmente no producen síntomas y a menudo se descubren incidentalmente durante una ecografía pélvica realizada por otra razón. Sin embargo, a medida que crecen, pueden provocar molestias abdominales, dolor pélvico, dismenorrea, dispareunia o sensación de presión o plenitud en el abdomen. En raras ocasiones, un quiste paraovárico puede torcerse, lo que provoca un dolor agudo e intenso y requiere atención médica inmediata.

El diagnóstico de un quiste paraovárico se basa en la evaluación clínica, la ecografía y, en ocasiones, la resonancia magnética. La ecografía transvaginal es la herramienta diagnóstica de elección, ya que permite identificar la ubicación, el tamaño y las características de la lesión. En la ecografía, un quiste paraovárico típicamente aparece como una masa quística anexial, separada del ovario, con un contenido anecoico o ligeramente ecoico. La resonancia magnética puede ser útil para confirmar el diagnóstico, especialmente en casos complejos o cuando los hallazgos ecográficos no son concluyentes.

En cuanto al tratamiento, la decisión se toma en función del tamaño del quiste, la edad de la paciente, los síntomas presentes y los deseos de la paciente respecto a su fertilidad futura. Para los quistes asintomáticos y pequeños, la observación y el seguimiento regular con ecografías pueden ser suficientes. Sin embargo, en casos de quistes grandes, sintomáticos o complicados, puede ser necesaria la intervención quirúrgica.

La cirugía puede realizarse mediante laparoscopia o laparotomía, y el objetivo es la extirpación completa del quiste sin dañar el ovario circundante. En general, el pronóstico de los quistes paraováricos es bueno, con una tasa muy baja de complicaciones.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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