DICCIONARIO MÉDICO

Queratoconjuntivitis epidémica

¿Qué es la queratoconjuntivitis epidémica?

La queratoconjuntivitis epidémica, también conocida como queratoconjuntivitis adenoviral, es una enfermedad ocular altamente contagiosa causada por la infección de la córnea y la conjuntiva por adenovirus. Los adenovirus son una familia de virus que se conocen por causar una variedad de enfermedades en humanos, que van desde resfriados comunes hasta gastroenteritis y conjuntivitis.

Las manifestaciones clínicas de la queratoconjuntivitis epidémica incluyen conjuntivitis, que se presenta como enrojecimiento y secreción ocular, a menudo acompañada de hinchazón de los párpados y sensibilidad a la luz. La queratitis, o inflamación de la córnea, puede provocar sensación de cuerpo extraño, dolor y disminución de la visión. Estos síntomas pueden durar de una a dos semanas, y en algunos casos, las opacidades corneales causadas por la queratitis pueden persistir durante meses o incluso años, lo que puede dar lugar a una disminución a largo plazo de la agudeza visual.

El diagnóstico de la queratoconjuntivitis epidémica se basa en la presentación clínica y se puede confirmar mediante pruebas de laboratorio para detectar adenovirus en las secreciones oculares. La infección suele ser autolimitada, y el tratamiento se centra principalmente en el alivio de los síntomas y la prevención de la propagación de la infección a otras personas.

Dado que los adenovirus son resistentes al desinfectante común y pueden sobrevivir en superficies inanimadas durante largos períodos de tiempo, la queratoconjuntivitis epidémica puede propagarse fácilmente en entornos comunitarios y oculares. Por lo tanto, es esencial mantener una higiene rigurosa de las manos y evitar compartir toallas, almohadas y otros artículos personales para prevenir la transmisión.

El manejo de la queratoconjuntivitis epidémica puede ser desafiante debido a la falta de tratamientos antivirales eficaces. Los corticosteroides tópicos pueden ser útiles para reducir la inflamación ocular y mejorar los síntomas, pero su uso debe ser cuidadosamente controlado debido al riesgo de efectos secundarios, como el aumento de la presión intraocular y la formación de cataratas. En algunos casos, se pueden usar lágrimas artificiales para aliviar la sequedad ocular, y las compresas frías pueden proporcionar alivio de la hinchazón de los párpados.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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