DICCIONARIO MÉDICO

Quemadura de primer grado

¿Qué es una quemadura de primer grado?

Una quemadura de primer grado, también conocida como quemadura superficial, es una lesión cutánea causada por la exposición a calor, productos químicos, electricidad o radiación. Este tipo de quemadura se caracteriza por afectar únicamente la capa más superficial de la piel, la epidermis. La exposición prolongada al sol puede ser una de las causas más comunes de las quemaduras de primer grado.

Al ser el nivel menos severo de quemaduras, las quemaduras de primer grado suelen ser dolorosas, pero no suelen presentar riesgos graves para la salud. Estas quemaduras presentan un aspecto rojo, seco y ligeramente hinchado. Aunque no se forman ampollas, la piel puede ser muy sensible al tacto. A menudo se acompaña de ardor o picazón. Normalmente, la piel se vuelve blanca cuando se aplica una ligera presión.

Las quemaduras de primer grado se producen cuando la intensidad de la exposición al agente que causa la quemadura es relativamente baja, o la exposición es breve. El mecanismo exacto del daño cutáneo depende del agente específico. Por ejemplo, las quemaduras térmicas pueden dañar las células de la piel al alterar las proteínas celulares y desencadenar una respuesta inflamatoria.

El diagnóstico de una quemadura de primer grado se realiza generalmente en base a la apariencia de la quemadura y a la historia de la exposición al agente causal. En general, no se necesitan pruebas de diagnóstico adicionales.

El tratamiento de las quemaduras de primer grado tiene como objetivo aliviar el dolor, prevenir la infección y promover la curación. En primer lugar, se recomienda enfriar la quemadura con agua fría corriente durante varios minutos para aliviar el dolor y limitar la extensión del daño. No se deben usar hielo ni agua muy fría, ya que pueden causar más daño a la piel. Después de enfriar la quemadura, se debe cubrir con un vendaje limpio y no adhesivo para protegerla. Se pueden utilizar analgésicos de venta libre para controlar el dolor. Las cremas o geles tópicos también pueden proporcionar alivio. Es importante evitar el uso de productos que puedan irritar la quemadura, como los que contienen alcohol.

Las quemaduras de primer grado generalmente sanan por sí solas en una o dos semanas sin dejar cicatrices. Sin embargo, es fundamental proteger la quemadura de la exposición adicional al sol para prevenir el daño solar y la decoloración de la piel.

Es crucial buscar atención médica si la quemadura es extensa, si se localiza en áreas sensibles como la cara, las manos, los pies, los genitales o las articulaciones, si el dolor es severo o si hay signos de infección como enrojecimiento creciente, hinchazón, pus o fiebre. Aunque las quemaduras de primer grado son menores en comparación con las quemaduras de segundo y tercer grado, siempre se deben tomar en serio las quemaduras y se deben tratar adecuadamente para evitar complicaciones y promover la curación.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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