Ptialorrea

¿Qué es la ptialorrea?

La ptialorrea es un trastorno médico caracterizado por la producción excesiva de saliva, también conocida como sialorrea o hipersalivación. Esta condición puede afectar a individuos de todas las edades y puede ser un síntoma de diversas enfermedades o condiciones médicas subyacentes.

El mecanismo fisiológico normal de la producción de saliva es controlado por el sistema nervioso autónomo, donde las glándulas salivales, compuestas por las glándulas parótidas, submandibulares y sublinguales, secretan saliva en respuesta a estímulos como la presencia de alimentos en la cavidad oral. La saliva es crucial para la digestión, la lubricación de la boca, el habla y la prevención de infecciones.

Las causas de la ptialorrea pueden ser multifactoriales y se dividen en dos categorías principales: locales y sistémicas. Las causas locales incluyen lesiones, infecciones o irritaciones en la cavidad oral, así como enfermedades periodontales, úlceras bucales y el uso de prótesis dentales mal ajustadas. Las causas sistémicas abarcan trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares y el uso de ciertos medicamentos como anticolinérgicos y neurolépticos.

El diagnóstico de la ptialorrea se basa en la historia clínica del paciente y en la evaluación de los síntomas presentes, seguido de un examen físico completo, incluyendo la exploración de la cavidad oral. Se pueden solicitar pruebas adicionales, como análisis de sangre, pruebas de función hepática y renal, y estudios de imagen para determinar la causa subyacente de la hipersalivación.

El tratamiento de la ptialorrea se centra en abordar la causa subyacente, si es identificable y tratable. En casos de causas locales, como infecciones o úlceras, se pueden administrar antibióticos o agentes antiinflamatorios. Si la causa es sistémica, se pueden ajustar o cambiar los medicamentos que provocan el aumento de la salivación, o se pueden prescribir terapias específicas para tratar los trastornos neurológicos subyacentes.

Además, se pueden emplear enfoques conservadores como la modificación de la dieta, la adopción de medidas de higiene oral adecuadas, el uso de agentes espesantes y la terapia de deglución. En casos graves, pueden ser necesarias intervenciones farmacológicas como la inyección de toxina botulínica o tratamientos quirúrgicos como la ligadura o extirpación de glándulas salivales.