Dieta y diabetes

Si padece una diabetes insulinodependiente (tipo1) la dieta es esencial para conseguir el balance adecuado entra la insulina inyectada y el alimento que ingiere.

¿Qué es el índice glucémico?

Cuando ingerimos un alimento rico en hidratos de carbono, los niveles de glucosa en sangre se incrementan progresivamente según se digieren y absorben los almidones y azúcares que contienen. La velocidad a la que se digieren depende del tipo de nutrientes que la componen, la cantidad de fibra presenta y la composición del resto de los alimentos presentes en la dieta. 

Este índice es la relación entre el área de la curva de la absorción de la ingesta de 50 gr. de glucosa pura a lo largo del tiempo, con la obtenida al ingerir la misma cantidad de ese alimento.

Cuando ingerimos alimentos con un índice glucémico muy elevado lo que ocurre es que al aumentar rápidamente el nivel de glucosa en sangre, se segrega insulina en cantidades elevadas; como las células no pueden quemar la glucosa, el metabolismo de las grasas se activa y la glucosa de la sangre se transforma en grasas, que se almacenarán en el tejido adiposo.

Tras dos o tres horas, la insulina que habíamos segregado consigue utilizar toda la glucosa y entonces pasamos a un estado de hipoglucemia y sentimos la necesidad de comer de nuevo, comenzando todo el proceso. La dieta ideal es una dieta equilibrada que se ajuste a sus necesidades, gustos, nivel de actividad física y estilo de vida. Los horarios, tipos, y cantidad de comida serán planeados y ajustados especialmente para usted.

Es conveniente que trate de aprender un poco acerca de principios de nutrición, y será probable que deba hacer algunos ajustes en sus hábitos alimentarios. Cuanto mejor comprenda su dieta y los principios en que se basa, mayor será la flexibilidad que podrá disfrutar. Recuerde que las necesidades que usted tiene con respecto a su dieta no son como las de todo el mundo. Una vez que comprenda sus necesidades nutritivas, usted mismo será capaz de diseñar sus propios menús y de tomar decisiones importantes con respecto a su dieta.

  • Controle el nivel de la glucosa en sangre. Se preferirán siempre los alimentos de bajo índice glucémico a los de alto. Se evitarán los azucares simples en la medida de lo posible (sin llegar a una prohibición absoluta, pero prefiriéndose aquellos que no contengan glucosa, como la fructosa) y se recomendará el consumo de cereales integrales y alimentos ricos en fibra en general. Los alimentos ricos en fibra enlentecen el paso de la comida a traves del estomago e intestino, disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono.
  • Mantenga un peso adecuado (mediante el control de las calorías ingeridas). El exceso de grasa corporal hace más difícil a las personas con diabetes tipo II utilizar su propia insulina.
  • Equilibre la proporción entre el aporte de carbohidratos (65 %), proteínas (15 %) y grasas (30 %). No se debe caer en dietas hiperproteícas, cetogénicas ni en ninguna otra que altere las proporciones entre nutrientes recomendadas para una persona sana (ver dieta equilibrada).
  • Alcance o mantenga un nivel de lípidos en sangre adecuados. El reparto entre los diferentes tipos de grasas debe ser: 10 % saturadas, 10 % monoinsaturadas y 10 % poliinsaturadas.
  • Se evitarán alimentos ricos en colesterol, ya que los diabéticos, por la estrecha relación que existe entre el metabolismo de los glúcidos y el de los lípidos, son unos de los principales grupos de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Lo ideal sería que un 70% de la grasas consumidas fueran de origen vegetal y el 30% restante de origen animal.
  • Los alimentos deben ser frescos y poco procesados: Fruta fresca, cereales integrales, verduras frescas, crudas o al vapor, yogures naturales, etc. Evitar las comidas preparadas de los comercios, bollería y helados industriales, conservas, etc.
  • Elimine de su dieta, o disminuya la cantidad de alimentos ricos en grasa como pueden ser embutidos, panceta, chorizos, salchichas, manteca, margarina, nueces, aderezos de ensaladas y grasa de cerdo.
  • La alimentación debe aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales (vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, etc.).
  • La dieta debe ser variada, así se tendrá más posibilidades de conseguir todas las vitaminas y minerales necesarios. Debe prestarse especial atención a los niveles de cromo y zinc, que son críticos para la respuesta insulínica.
  • Use un plato más pequeño, de manera que sus porciones no sean tan grandes.
  • El repartir la alimentación diaria en al menos 4 a 5 comidas, ayuda a mantener el equilibrio de los niveles de glucosa en sangre.
  • Es importante realizar las comidas siempre a la misma hora.
  • Controle el aporte de sodio en la dieta. El riñón suele ser un órgano afectado en los diabéticos, debido al trabajo extra que debe realizar para eliminar el exceso de cuerpos cetónicos que se forman cuando falta insulina, por lo que el exceso de sodio puede resultar muy peligroso. La hipertensión arterial también cursa asociada a la diabetes en la mayoría de los casos.
  • Favorezca el crecimiento normal en los niños. Durante el crecimiento de los niños y durante el embarazo y la lactancia de las madres, es necesario un incremento en el aporte de proteínas, aminoácidos esenciales, calcio, etc.
  • Mastique despacio.
  • Practique ejercicio físico regularmente. El ejercicio físico ayuda al control del peso y el sudor elimina sodio y toxinas.
  • No se fie de los alimentos especiales para diabéticos.
  • Evitar las bebidas alcoholicas con alto contenido en azucar como la cerveza, los vinos y sidras dulces y licores. Las bebidas alcoholicas se consumiran siempre con las comidas y no más de 30 a 40 gramos.

¿Qué no conviene comer?

  • Azúcar refinado y miel.
  • Leche condensada y mermeladas.
  • Zumos de fruta.
  • Pasteles, dulces, caramelos y bollería.
  • Refrescos (excepto los que no contienen azúcar).
  • Cacao, chocolate y derivados.
  • Productos para diabéticos con fructosa.
  • Cualquier alimento poco nutritivo o con una gran cantidad de azúcar rápido.
  • Embutidos de baja calidad.
  • Patés.
  • Productos precocinados o preparados de antemano (suelen tener más azúcar o grasas del que indican en la etiqueta).

¿Cuándo comer?

Respete los horarios de las comidas. Es muy importante.

Lo ideal es distribuir los alimentos en 6 tomas a lo largo del día, 3 comidas principales y 3 pequeños suplementos.

Para poder conseguir niveles adecuados de azúcar en sangre lo conveniente es que pasen entre 3 ó 3 horas y media entre una comida y la siguiente, y que no transcurran más de 8 horas en ayunas por la noche.

Icono en color de un reloj con cubiertos para simbolizar los horarios de las comidas

Desayuno

8:00 h

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Media mañana

11:00 h

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Comida

14:00 h

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Merienda

17:30 h

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Cena

21:00 h

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Recena

0:00 h