Cáncer de ovario

"El abordaje del cáncer de ovario requiere una atención multidisciplinar de alta especialización".

DR. ANTONIO GONZÁLEZ MARTÍN
DIRECTOR. DEPARTAMENTO DE ONCOLOGÍA MÉDICA

El cáncer de ovario es el tercer tumor ginecológico más frecuente a nivel mundial pero sigue siendo la primera causa de muerte en cáncer ginecológico al ser diagnosticado habitualmente en estadíos avanzados.

Aparece habitualmente después de la menopausia, aunque  puede surgir en mujeres jóvenes con antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario como consecuencia de una mutación en el gen BRCA y en otros genes como BRIP1, RAD51C y RAD51D.

Estas mutaciones también hacen más frágil al propio tumor y nos está permitiendo tratarlo con fármacos específicas más novedosos que lo destruyen más fácilmente.

El objetivo del Área de Cáncer Ginecológico del Centro de Cáncer Clínica Universidad de Navarra es ofrecer a nuestras pacientes una atención individualizada. Para ello, contamos con un grupo de profesionales altamente especializados: oncólogos médicos, ginecólogos oncólogos, oncólogos radioterápicos, patólogos, radiólogos, médicos nucleares, genetistas y enfermería especializada.

Este abordaje multidisciplinar nos permite personalizar el tratamiento de cada paciente de forma consensuada, buscando la excelencia e innovación.

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¿Cuáles son los síntomas del cáncer de ovario?

No hay sintomatología específica y habitualmente se confunde con la que puede producir el aparato digestivo y la vejiga, especialmente si la sintomatología es persistente.

Entre los síntomas más frecuentes, se pueden citar la hinchazón abdominal, sensación de gases, malas digestiones, estreñimiento o diarrea, ganas de orinar frecuentes.

También puede haber pérdida de apetito o de peso sin causa aparente. A veces, aparece sintomatología genital como alteraciones menstruales, sangrado postmenopáusico o dolor en la relación sexual.

Los síntomas más habituales de los tumores de ovario son:

  • Dolor o molestias abdominales.
  • Sensación de plenitud.
  • Distensión abdominal.
  • Alteración del tránsito gastrointestinal.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Puede que padezca un cáncer de ovario

¿Cuáles son las causas del cáncer de ovario?

El 90% de los cánceres de ovario se desarrollan a partir de células epiteliales (localizadas en el ovario y en las trompas de Falopio), que se dividen en 5 tipos: seroso de alto grado, seroso de bajo grado, endometrioide, de células claras y mucionoso.

El resto de tumores tienen un comportamiento biológico y tratamiento diferentes.

La causa exacta de los tumores de ovario es aún desconocida, aunque entre las diversas teorías se admite que la ovulación incesante con los fenómenos de cicatrización consiguientes en la superficie del ovario, pueden tener que ver con ello.

También se ha admitido la posible relación con procesos inflamatorios crónicos o determinado ambiente hormonal, como por ejemplo los andrógenos en el ovario poliquístico o la elevación de las gonadotropinas en la menopausia.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de ovario?

Los principales factores de riesgo son:

  • Herencia de genes mutados como el BCRA1 y 2 que también se relaciona con el riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Síndrome hereditario de cáncer colorrectal no polipósico (HNPCC).
  • Historia familiar: algunas veces el cáncer de ovario puede aparecer en más de un miembro de la familia, sin que esto tenga que ver con factores hereditarios conocidos.
  • Historia personal de cáncer de mama.
  • Edad: más frecuente en la postmenopausia.
  • Fertilidad: no haber tenido hijos. Haber sido sometida a tratamientos inductores de la ovulación, aunque esto parece más relacionado con el propio contexto de la esterilidad que no de la medicación.
  • Terapéutica hormonal sustitutiva sólo con estrógenos.
  • Obesidad o dieta rica en grasas.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de ovario?

El trabajo en colaboración con los servicios de Radiodiagnóstico, Medicina Nuclear, Anatomía Patológica y Medicina Genómica nos permite hacer un diagnóstico de precisión en un corto espacio de tiempo.

Las posibilidades de sobrevivir cuando aparece este tipo de tumor están muy relacionadas con que se haya extendido o no fuera del ovario. Sólo alrededor de un 20% están aún sin diseminar cuando se diagnostican.

Se diagnostica a través de:

  • Exploración clínica.
  • Ecografía transvaginal o transrectal. Tiene una precisión diagnóstica muy alta.
  • Marcadores tumorales en sangre, especialmente el CA-125.
  • Pruebas de imagen: TAC, ecografía abdominal o RM.
  • Exploración quirúrgica: confirmar y tratar la enfermedad localizada en el abdomen.

¿Cómo se trata el cáncer de ovario?

Los estudios moleculares han demostrado tener gran importancia en la selección del tratamiento más adecuado de las pacientes, por eso los realizamos en todos los casos.

La regla de oro en el tratamiento del cáncer de ovario es la extirpación (exéresis) completa de la enfermedad visible, o al menos la posibilidad de dejar como máximo una enfermedad residual menor de 1cm.

Contamos con ginecólogos oncólogos con alta especialización quirúrgica en la citorreducción. El objetivo de esta técnica es eliminar todo el tumor visible para aumentar la supervivencia de las pacientes.

En ocasiones, esta cirugía se realiza en colaboración con expertos en cirugia torácica o cirugía heátpica para eliminar las localizaciones de la enfermedad que pueden aparecer en el tórax o en el hígado.

Este abordaje ha demostrado, junto a una quimioterapia eficaz, que mejora significativamente la curabilidad de las pacientes que sufren esta enfermedad.

Administramos la radioterapia intraoperatoria, técnica de alta precisión que se administra en una única fracción durante el acto quirúrgico sobre el lecho tumoral o el residuo tumoral microscópico. Esta aplicación directa del tratamiento permite respetar los tejidos sanos circundantes y evita radiación innecesaria.

Desde hace unos años se recomienda que el tratamiento quimioterápico postoperatorio incluya también la administración intraperitoneal de quimioterapia en los casos en los que se ha podido realizar una cirugía óptima de inicio. En estudios recientes se ha comprobado que esta estrategia, unida a la extirpación completa de la enfermedad como mencionábamos al principio, consigue los mejores resultados.

En nuestro centro tenemos una experiencia de más de veinte años en la administración intraperitoneal de quimioterapia.

Actualmente, y basados en los mismos principios, se está generalizando entre algunos centros de referencia en el tratamiento de esta enfermedad la administración intraperitoneal de quimioterapia en condiciones de hipertermia durante el acto operatorio, una vez resecada la enfermedad. A este procedimiento se le ha venido a llamar “HIPEC” o administración intraperitoneal de quimioterapia con hipertermia.

Realizamos los tratamientos quimioterápicos más innovadores como las terapias antiangiogénicas e inhibidores de PARP.

En algunas ocasiones, por las zonas afectadas por la enfermedad, no parece posible conseguir el objetivo de lo que se denomina “citorreducción óptima”, que significa no dejar enfermedad residual, como objetivo ideal.

Esta valoración se basa en los hallazgos de las pruebas de imagen (TAC, PET-CT) y en la información directa a través de la laparoscopia, que permite de manera sencilla conocer mejor la extensión de la enfermedad y tomar las biopsias necesarias para catalogar el tipo de tumor (en algunas ocasiones podría no ser de origen ovárico y requerir otro tipo de abordaje).

Esta técnica, comparada con la laparotomía en la que es necesario realizar una amplia incisión en el abdomen, permite iniciar en muy pocos días el tratamiento con quimioterapia neoadyuvante (QTNA) asociada a nuevos tratamientos antiangiogénicos si se descarta la posibilidad de realizar una cirugía óptima.

El objetivo de la QTNA es conseguir que la enfermedad disminuya de volumen, habitualmente después de tres o cuatro ciclos, y así poder realizar el tratamiento quirúrgico deseable (“cirugía de intervalo”), cuyo objetivo es el mismo que en la cirugía primaria: no dejar enfermedad visible.

Naturalmente, si fuera necesario, exige de la misma estrategia de procedimientos técnicos y de equipo quirúrgico que la cirugía de inicio. Después de esta cirugía la paciente completa el tratamiento con unos ciclos más de quimioterapia.

Algunas pacientes con cáncer de ovario pueden recidivar de su enfermedad y en este caso, dependiendo del tiempo transcurrido desde que acabó la quimioterapia hasta el diagnóstico de la recidiva, así como de la ubicación y extensión de la enfermedad ( metástasis hepáticas, esplénicas, intestinal exclusiva, pélvica, etc.) volverían a ser candidatas a un tratamiento quirúrgico que debe perseguir el mismo objetivo: no dejar enfermedad residual visible.

Para ello habría que poner en marcha una estrategia similar al tratamiento de la enfermedad cuando apareció por primera vez: cirugía adecuada seguida de quimioterapia.

Protonterapia contra el cáncer

La terapia con protones es la modalidad de radioterapia externa de mayor precisión, que aporta mejor distribución de la dosis de radiación y, por tanto, menor irradiación de los tejidos sanos.

La Unidad de Protonterapia o de Terapia de Protones del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra en su sede de Madrid es la más avanzada de Europa y la primera en un Centro de Cáncer, con todo su apoyo asistencial, académico e investigador.

¿Dónde lo tratamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Área de Cáncer Ginecológico
del Cáncer Center Clínica Universidad de Navarra

El Área de Cáncer Ginecológico es una unidad multidisciplinar centrada en el tratamiento e investigación de los tumores del aparato genital femenino.

Contamos con profesionales de reconocido prestigio nacional e internacional, considerados líderes de opinión en su campo, que a lo largo de los años han formado un equipo que sitúa a la paciente en el centro de su actividad.

¿Qué enfermedades tratamos?

Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

¿Por qué en la Clínica?

  • Alta especialización quirúrgica.
  • Centrados en la paciente.
  • Tecnología diagnóstica y terapéutica de vanguardia.
  • Investigación y ensayos clínicos para ofrecer los tratamientos más innovadores.

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