ANTIBIÓTICOS VÍA SISTÉMICA, FLUOROQUINOLONAS

Ciprofloxacino 

El ciprofloxacino es un antibiótico que pertenece al grupo de las fluoroquinolonas. Se utiliza para tratar infecciones causadas por bacterias. Bactericida. Actúa matando a las bacterias por inhibición de su reproducción; controlando su infección.

Es eficaz frente a muchas bacterias e incluso es efectivo frente a bacterias que tienden a desarrollar resistencias frente a otros antibióticos. Por este motivo, se debe reservar su administración a infecciones y tratamientos concretos y no frente a afecciones comunes y usuales; no sirve para el tratamiento del catarro, la gripe u otra infección causada por virus.

NOMBRES COMERCIALES:

Araxacina®, Baycip®, Ceprimax®, Cetraxal®, Ciproactin®, Ciproctal®, Cunesin®, Doriman®, Estecina®, Felixene®, Globuce®, Piprol®, Rigoran®, Sepcen®, Ultramicina® Existen también comercializadas distintas especialidades farmacéuticas genéricas.

ALERTAS:



MÁS INFORMACIÓN:

¿Para qué se utiliza?

  • Tratamiento de infecciones provocadas por bacterias sensibles al ciprofloxacino localizadas en el tracto gastrointestinal, vías respiratorias, tracto urinario o genital (gonorrea), en la piel y tejidos blandos, huesos, vías biliares y otorrinolaringológicas (otitis media, sinusitis).
  • Tratamiento y prevención de infecciones en pacientes con un recuento muy bajo de leucocitos (neutropenia).
  • Prevención de las infecciones causadas por la bacteria Neisseria meningitidis.
  • Exposición por inhalación al carbunco.
Imagen de un icono azul con un fonendoscopio o estetoscopio.

¿Necesita que le ayudemos?

Contacte con nosotros y solicite más información.

Saber más sobre este medicamento

En España existen formas comercializadas de ciprofloxacino para su administración sistémica: vía oral (comprimidos, sobres, suspensiones), y vía parenteral (viales, ampollas, frascos); y también para su administración local: vía oftálmica (ver ciprofloxacino oftálmica), y vía ótica (ver ciprofloxacino ótica).

La dosis adecuada de ciprofloxacino puede ser distinta para tipo de paciente; ésta, depende de la edad, de la patología que se desea tratar y de la gravedad de la misma, de la situación del paciente (funcionamiento del riñón) y de la vía de administración. A continuación se indica la dosis más frecuentemente utilizada, pero si su médico le ha indicado otra dosis distinta no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.

Dosis oral usual en adultos:

  • De 250 a 750 mg cada 12 horas durante un periodo de tiempo de 7 a 14 días para que el tratamiento sea efectivo.

Dosis intravenosa usual en adultos:

De 200 a 400 mg cada 12 horas durante un periodo de tiempo de 7 a 14 días para que el tratamiento sea efectivo.

La utilidad en niños se reserva únicamente para casos en los que se considere estrictamente necesarios.

Si usted tiene una edad avanzada o presenta problemas renales puede necesitar dosis menores de lo habitual. Consúltelo.

Los comprimidos deben ingerirse enteros (no masticarlos), con mucho líquido y preferiblemente 2 horas antes o después de las comidas.

Cuando no debe utilizarse:

  • En caso de alergia al ciprofloxacino u otras quinolonas (levofloxacino, moxifloxacino, etc) o alguno de los componentes del preparado (consulte los excipientes).
  • Si siente cualquier tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico.
  • Pacientes con miastenia grave (debilidad muscular anormal y grave).
  • En pacientes con historia previa de tendinitis por el uso de quinolonas.

Precauciones de uso:

  • Debe tomar todas las dosis que se le ha recetado, aunque se sienta bien después de unos pocos días de tomar el antibiótico.
  • Es importante respetar el horario pautado. Si ha olvidado tomar una dosis, tómela tan pronto como sea posible. Pero si falta poco tiempo para la siguiente, no la duplique y continúe tomando el medicamento como se le había indicado.
  • Si sus síntomas no mejoran en pocos días o se siente peor, consulte con su médico.
  • Deberán controlarse y llevar una especial vigilancia clínica los pacientes con bajos niveles de la enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (riesgo de padecer anemia), con historial de epilepsia y/o demencia.
  • Puede interferir con algunas pruebas analíticas como las de detección de enzimas hepáticos.
  • Tenga especial cuidado si sufre diabetes o antecedentes de arritmias o de enfermedad psiquiátrica.
  • Debe evitar las exposiciones prolongadas al sol. El ciprofloxacino puede aumentar la sensibilidad, más de lo normal, al sol.
  • Evite la ingestión conjunta de leche o derivados lácteos con ciprofloxacino.
  • El uso de ciprofloxacino en niños menores de 16-18 años no está recomendado, aunque algunos médicos sugieren que pueden utilizase con precaución en adolescentes con crecimiento óseo completo. La utilización en niños menores, se acepta tras la valoración beneficio-riesgo y tras descartar otras medidas terapéuticas.
  • Evite la conducción de vehículos y el manejo de maquinaría peligrosa o de precisión durante el tratamiento con ciprofloxacino.

¿Puede afectar a otros medicamentos?

  • Si está tomando antiácidos que contienen aluminio y magnesio como el alginato, o sucralfato, no los tome conjuntamente a ciprofloxacino. Es preferible que los tome por lo menos 4 horas antes.
  • Además de interferir con los antiácidos, puede reaccionar o modificar el funcionamiento normal de otros medicamentos como: anticoagulantes (warfarina, acetocumarol), antiinflamatorios no esteroideos (indometacina, naproxeno), antineoplásicos (ciclofosfamida, cisplatino), cafeína, ciclosporina, cimetidina, diazepan, didanosina, fenitoína, foscarnet, metoprolol, pentoxifilina, piridostigmina, probenecid, quinidina, sales de hierro, sales de zinc, teofilina, acido ursodesoxicólico.
  • Informe a su médico o farmacéutico de cualquier otro medicamento que esté recibiendo.
  • El ciprofloxacino es generalmente bien tolerado.
  • Los efectos nocivos más frecuentes varían entre nauseas, diarreas, vómitos, dolor abdominal, dolor de cabeza, nerviosismo y erupciones en la piel con  manchas rojas.
  • Puede interferir con algunas pruebas analíticas como las de detección de enzimas hepáticos. Informe a su médico que recibe este tratamiento, si le fuera a realizar analítica sanguínea.
  • Algunos pacientes tienen que abandonar el tratamiento debido a efectos secundarios tales como alteraciones digestivas, cutáneas y neurológicas.
  • Este medicamento puede producir otros efectos adversos, informe a su médico si advierte algo anormal.