DICCIONARIO MÉDICO

Tuberculosis renal

¿Qué es la tuberculosis renal?

La tuberculosis renal, conocida también como tuberculosis del tracto genitourinario, es una forma de tuberculosis que afecta específicamente al sistema renal y urinario. Esta condición es el resultado de una infección por Mycobacterium tuberculosis, la bacteria responsable de todas las formas de tuberculosis en el cuerpo humano. 

En términos generales, la tuberculosis renal es una enfermedad secundaria que suele derivar de la tuberculosis pulmonar. Es importante señalar que la tuberculosis renal es una forma de tuberculosis extrapulmonar, es decir, una tuberculosis que afecta a órganos distintos a los pulmones. 

El proceso de infección comienza cuando las bacterias de la tuberculosis son inhaladas y se alojan en los pulmones. Con el tiempo, las bacterias pueden diseminarse a través del torrente sanguíneo y llegar a otros órganos, incluyendo los riñones. Una vez en los riñones, las bacterias pueden multiplicarse y causar la formación de pequeñas lesiones inflamatorias llamadas granulomas, característicos de la tuberculosis.

Clínicamente, los pacientes con tuberculosis renal pueden experimentar una variedad de síntomas que, en las primeras etapas de la enfermedad, pueden ser sutiles y no específicos. Entre estos se incluyen malestar general, fiebre de baja intensidad, pérdida de peso inexplicada y sudoración nocturna. A medida que la enfermedad progresa, los pacientes pueden desarrollar síntomas urinarios como dolor al orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia y presencia de sangre en la orina. También puede presentarse dolor en la región lumbar, que se percibe en la parte baja de la espalda.

Para el diagnóstico de la tuberculosis renal se utilizan diversas pruebas. La más común es el análisis de orina para detectar la presencia de la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Asimismo, se pueden realizar pruebas de imagen, como ecografía y tomografía computarizada, que permiten evaluar la morfología y la función renal, así como identificar posibles lesiones o anomalías. En casos en que las pruebas anteriores no son concluyentes, puede ser necesario recurrir a la biopsia renal, un procedimiento que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido renal para su análisis en el laboratorio.

En cuanto al tratamiento, la tuberculosis renal se maneja con medicamentos antituberculosos, que deben tomarse durante un período prolongado, generalmente de seis a nueve meses. Este régimen de tratamiento incluye medicamentos como la isoniazida, la rifampicina, la pirazinamida y el etambutol. Durante este período, es esencial un seguimiento médico riguroso para monitorizar la respuesta del paciente al tratamiento y detectar posibles efectos secundarios.

Es importante enfatizar que la prevención de la tuberculosis renal se basa en gran medida en el control de la tuberculosis pulmonar. Esta prevención incluye la detección temprana y el tratamiento adecuado de los casos de tuberculosis pulmonar, así como la vacunación con la vacuna BCG, especialmente en áreas donde la tuberculosis es prevalente. 

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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