Tropia

¿Qué es tropia?

La tropia es un término utilizado en oftalmología para describir un tipo de estrabismo, una afección en la que los dos ojos no están alineados correctamente. Este término se utiliza para referirse específicamente a una desviación constante de uno o ambos ojos. En contraste con la foria, que es una desviación latente que solo se manifiesta cuando se interrumpe el control binocular, la tropia es visible incluso cuando ambos ojos están abiertos y se supone que deben trabajar juntos. 

Las tropias se clasifican según la dirección de la desviación. Por ejemplo, en una exotropia, el ojo se desvía hacia afuera, lejos de la nariz. En una endotropia, el ojo se desvía hacia adentro, hacia la nariz. La hipertropia y la hipotropia implican una desviación vertical del ojo, hacia arriba y hacia abajo, respectivamente. Además, una tropia también puede ser clasificada como alternante, lo que significa que los ojos se turnan para desviarse. 

La tropia puede tener una serie de causas, incluyendo problemas musculares, nerviosos o refractivos. Algunas tropias son congénitas, lo que significa que están presentes desde el nacimiento, mientras que otras se desarrollan a lo largo de la vida. En algunos casos, la tropia puede ser el resultado de un problema neurológico o sistémico subyacente, como un accidente cerebrovascular, un tumor cerebral, una enfermedad de la tiroides o una parálisis de los nervios craneales que controlan los músculos del ojo. 

El diagnóstico de la tropia se basa en un examen oftalmológico completo. Esto incluye una evaluación de la agudeza visual, una inspección de la posición y el movimiento de los ojos, y pruebas de la función binocular y de la percepción de la profundidad. También puede ser necesaria una evaluación de la refracción para determinar si hay errores de refracción, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, que pueden estar contribuyendo a la desviación del ojo. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales para identificar cualquier problema neurológico o sistémico subyacente. 

El tratamiento de la tropia puede variar dependiendo de la causa subyacente y la edad del paciente. En algunos casos, pueden utilizarse gafas correctoras o prismas para corregir el problema. Los ejercicios de terapia visual también pueden ser útiles para mejorar la coordinación y el alineamiento de los ojos. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para reajustar los músculos que controlan el movimiento de los ojos. 

Es importante tratar la tropia no solo por razones estéticas, sino también porque esta afección puede interferir con la visión binocular normal y la percepción de la profundidad. Además, en los niños, una desviación ocular constante puede conducir a la ambliopía, una afección en la que el cerebro ignora la información visual de un ojo para evitar la visión doble. Esta afección, también conocida como "ojo vago", puede resultar en una pérdida de la visión si no se trata a tiempo. 

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