DICCIONARIO MÉDICO

Tránsito esofágico

¿Qué es el tránsito esofágico?

El tránsito esofágico, en términos médicos, hace referencia al proceso por el cual los alimentos y los líquidos se desplazan desde la boca hasta el estómago a través del esófago, un tubo muscular que conecta la faringe con el estómago. Este proceso es fundamental para la nutrición y la hidratación, permitiendo la descomposición y absorción de los nutrientes.

El tránsito esofágico se realiza gracias a la peristalsis esofágica, un conjunto de contracciones musculares coordinadas que empujan el bolo alimenticio a lo largo del esófago. Comienza cuando se traga, y el bolo alimenticio entra en el esófago a través de la faringe. Los músculos del esófago se contraen en un patrón ondulatorio para mover el bolo alimenticio hacia el estómago. Una vez que el bolo alimenticio ha llegado al final del esófago, el esfínter esofágico inferior, un anillo de músculo que separa el esófago del estómago, se relaja para permitir que el bolo alimenticio entre en el estómago.

El tránsito esofágico normal es esencial para la digestión y la nutrición adecuadas. Sin embargo, hay varias condiciones médicas que pueden interrumpir el tránsito esofágico normal y causar síntomas como disfagia (dificultad para tragar), dolor torácico no cardíaco, regurgitación de alimentos o líquidos y pérdida de peso inexplicada.

Un ejemplo de una enfermedad que puede afectar al tránsito esofágico es el acalasia, una enfermedad rara que afecta a la capacidad del esófago para mover los alimentos hacia el estómago. En la acalasia, el esfínter esofágico inferior no se relaja adecuadamente y las contracciones peristálticas del esófago están ausentes o son anormales. Como resultado, los pacientes con acalasia a menudo experimentan disfagia y regurgitación de alimentos no digeridos.

Otra condición que puede alterar el tránsito esofágico es la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), en la que el contenido del estómago, incluyendo el ácido gástrico, puede fluir hacia atrás en el esófago. Esto puede causar una serie de síntomas, incluyendo la sensación de ardor conocida como acidez estomacal y, en algunos casos, puede dañar el revestimiento del esófago y afectar su capacidad para transportar alimentos y líquidos al estómago.

El diagnóstico de los trastornos del tránsito esofágico a menudo implica pruebas como la manometría esofágica, que mide las presiones y las contracciones en el esófago, y la radiografía con bario, que permite a los médicos visualizar el tránsito de un líquido de contraste a través del esófago. Dependiendo de la causa subyacente del trastorno del tránsito esofágico, el tratamiento puede implicar medicamentos, cambios en la dieta y estilo de vida, o en algunos casos, procedimientos quirúrgicos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.