DICCIONARIO MÉDICO

Tortícolis mental

¿Qué es la tortícolis mental?

La tortícolis mental, a pesar de no ser un término médico oficialmente reconocido, se ha utilizado en la literatura contemporánea y en la jerga popular para describir una condición de angustia psicológica persistente, similar a cómo la tortícolis física implica una tensión y una torsión continua del cuello. Se caracteriza por la dificultad para liberarse de pensamientos y emociones negativas, especialmente aquellos relacionados con el estrés y la ansiedad, lo que puede llevar a la persona a una espiral de preocupación y rumiación. Aunque no se encuentra en los manuales diagnósticos tradicionales, como el DSM-5 o la CIE-10, su descripción alude a síntomas que pueden asociarse con varios trastornos de salud mental reconocidos.

En el caso de la tortícolis mental, el 'cuello' que se ve afectado no es un componente físico, sino un aspecto de la psique del individuo. La rigidez y la torsión que definen a la tortícolis física se traducen, en el contexto de la tortícolis mental, en una incapacidad para liberarse de pensamientos o emociones negativas, lo que puede resultar en una persistente sensación de malestar psicológico. Al igual que la tortícolis física puede impedir que una persona mueva la cabeza con normalidad, la tortícolis mental puede impedir que el individuo 'mueva' sus pensamientos fuera de un patrón negativo, lo que puede limitar su capacidad para pensar claramente, tomar decisiones o concentrarse en tareas.

A pesar de su ausencia en los manuales diagnósticos oficiales, la descripción de la tortícolis mental alude a síntomas que son consistentes con varios trastornos de salud mental reconocidos, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno por estrés postraumático. Estos trastornos se caracterizan por una preocupación y una rumiación constantes, por lo que la tortícolis mental puede considerarse una forma de describir estos síntomas en términos más accesibles para el público general.

Uno de los principales desafíos en el tratamiento de la tortícolis mental es su naturaleza persistente. Al igual que la tortícolis física requiere un tratamiento constante y a menudo intensivo para aliviar la rigidez y la torsión del cuello, la tortícolis mental puede requerir un enfoque terapéutico intensivo y a largo plazo para ayudar al individuo a 'desenredar' sus pensamientos y emociones negativas. Esto puede implicar una combinación de terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia dialéctica conductual o la terapia de aceptación y compromiso, junto con intervenciones farmacológicas, como los medicamentos antidepresivos o ansiolíticos, si se consideran apropiados.

La terapia cognitivo-conductual, en particular, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de trastornos de salud mental que se caracterizan por la preocupación y la rumiación, como el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo compulsivo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.