DICCIONARIO MÉDICO

Tiroidectomía

¿Qué es la tiroidectomía?

La tiroidectomía es un procedimiento quirúrgico que implica la extracción parcial o total de la glándula tiroides, un órgano endocrino en forma de mariposa ubicado en la parte anterior del cuello, que desempeña funciones vitales en la regulación del crecimiento, desarrollo y metabolismo del organismo a través de la síntesis y liberación de hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). La tiroidectomía se realiza por diversas razones, entre las cuales se incluyen el tratamiento de enfermedades tiroideas benignas y malignas, el alivio de los síntomas relacionados con el agrandamiento de la glándula tiroides y la corrección de problemas estéticos.

Existen varios tipos de tiroidectomía, que varían según la extensión de la glándula tiroides que se extirpa. La tiroidectomía total implica la extracción de toda la glándula tiroides y se realiza en casos de cáncer de tiroides, enfermedad de Graves de difícil control o bocio multinodular tóxico. La tiroidectomía subtotal o parcial consiste en la extracción de una parte de la glándula tiroides y se lleva a cabo en casos de nódulos solitarios, bocio nodular o enfermedad de Graves de leve a moderada. La lobectomía tiroidea implica la extracción de uno de los lóbulos de la glándula tiroides y se realiza cuando existe un nódulo sospechoso o maligno en un solo lóbulo.

El procedimiento de tiroidectomía generalmente se realiza bajo anestesia general y puede llevarse a cabo mediante técnicas quirúrgicas convencionales o mínimamente invasivas, como la tiroidectomía endoscópica o la tiroidectomía robótica. La elección de la técnica quirúrgica depende de factores como el tamaño y la localización de la glándula tiroides, la presencia de enfermedades concomitantes, la experiencia del cirujano y las preferencias del paciente.

Después de la tiroidectomía, es fundamental realizar un seguimiento adecuado y ajustar el tratamiento de reemplazo hormonal según las necesidades individuales de cada paciente. La mayoría de los pacientes que se someten a una tiroidectomía total requerirán terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina de por vida, ya que su glándula tiroides ya no puede producir hormonas tiroideas. En el caso de tiroidectomía parcial, algunos pacientes pueden no necesitar terapia de reemplazo hormonal, mientras que otros pueden requerirla temporal o permanentemente.

La tiroidectomía es un procedimiento generalmente seguro y efectivo, pero como cualquier intervención quirúrgica, puede estar asociada con ciertos riesgos y complicaciones. Entre las complicaciones más comunes se encuentran el sangrado, la infección, la lesión del nervio laríngeo recurrente, que puede causar dificultades para hablar, tragar o respirar, y la hipoparatiroidismo, una condición en la que se presentan niveles bajos de calcio en sangre debido a la lesión o extracción accidental de las glándulas paratiroides.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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