DICCIONARIO MÉDICO

Reflejo postural

¿Cuál es el reflejo postural?

El reflejo postural es una respuesta automática y organizada del cuerpo ante diferentes estímulos para mantener una postura o posición adecuada, ya sea en situaciones de movimiento o en reposo. Esta capacidad del organismo para autoajustarse y mantener un equilibrio postural es esencial para la realización de las actividades diarias y es un indicador de la salud neuromuscular y del sistema nervioso central.

El cuerpo humano está diseñado de manera que puede mantener una postura erguida contra la gravedad. Esta habilidad se logra gracias a la interacción compleja entre varios sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema muscular, el sistema esquelético y, crucialmente, el sistema nervioso. La información sensorial, especialmente la proveniente del sistema vestibular del oído interno, la visión y los proprioceptores (sensores en músculos y articulaciones que indican la posición del cuerpo), es transmitida al cerebro. El cerebro procesa esta información y, a través del sistema nervioso, da órdenes a los músculos para hacer los ajustes necesarios y mantener o cambiar la postura.

La relevancia de los reflejos posturales en la medicina es múltiple. Un mal funcionamiento o una alteración en estos reflejos pueden ser indicativos de una variedad de condiciones médicas o trastornos neurológicos. Por ejemplo, las personas con enfermedad de Parkinson a menudo muestran alteraciones en sus reflejos posturales, lo que les lleva a tener dificultades para mantener el equilibrio y una mayor propensión a caer.

Dentro de las evaluaciones clínicas, se pueden realizar pruebas específicas para evaluar la integridad y funcionamiento de los reflejos posturales. Estas pruebas pueden incluir la evaluación de la respuesta del cuerpo a los desplazamientos súbitos, la capacidad de mantener el equilibrio en diferentes condiciones o la respuesta a diferentes estímulos visuales o sensoriales.

Una de las características del reflejo postural es su naturaleza adaptativa. Por ejemplo, si alguien practica un deporte o una actividad física regularmente, el sistema de reflejos posturales se adapta y mejora, permitiendo a la persona mantener el equilibrio y la postura en situaciones cada vez más desafiantes. Esta plasticidad del sistema nervioso es esencial para el aprendizaje motor y la adaptación a nuevas situaciones o entornos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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