Reflejo laríngeo

¿Cuál es el reflejo laríngeo?

El reflejo laríngeo es un mecanismo de defensa primordial que protege las vías respiratorias inferiores de la aspiración de sustancias extrañas y potencialmente nocivas, y facilita la regulación de la respiración durante la deglución. Se desencadena principalmente por la estimulación táctil de la región de la epiglotis, pliegues ariepiglóticos, cuerdas vocales y las paredes de la laringe. Esta respuesta refleja se traduce en un cierre abrupto y momentáneo de la laringe a través de la aducción de las cuerdas vocales, impidiendo de esta manera el paso de sustancias no deseadas al árbol bronquial.

Anatómicamente, la laringe es un órgano tubular situado en el cuello, que conecta la faringe con la tráquea. Está compuesta por una serie de cartílagos, músculos, ligamentos y membranas, y desempeña funciones esenciales no solo en la protección de las vías respiratorias, sino también en la fonación. El reflejo laríngeo garantiza que, durante la deglución, el bolo alimenticio no ingrese en las vías respiratorias, dirigiéndolo adecuadamente hacia el esófago.

Desde una perspectiva neurofisiológica, el reflejo laríngeo es complejo y su efectividad reside en la perfecta coordinación entre aferencias y eferencias nerviosas. Las terminaciones nerviosas sensitivas de la laringe pertenecen principalmente al nervio laríngeo superior, una rama del nervio vago o décimo par craneal. Estas fibras sensitivas transmiten la información al centro de deglución en el tronco cerebral al detectar la presencia de cuerpos extraños o sustancias en la laringe. La respuesta motora se genera en este centro y es transmitida a través de fibras eferentes que inervan los músculos intrínsecos de la laringe, provocando su cierre.

Es importante resaltar que el reflejo laríngeo no opera de manera aislada, sino que está íntimamente relacionado con otros reflejos, como el reflejo de deglución y el reflejo de la tos. Estos reflejos juntos actúan de manera armónica para garantizar la protección de las vías respiratorias y la adecuada dirección del bolo alimenticio durante el proceso de deglución.

En la práctica clínica, la integridad y eficiencia del reflejo laríngeo pueden verse comprometidas en diversas situaciones. Por ejemplo, durante procedimientos de intubación endotraqueal, donde es necesario superar este reflejo para introducir un tubo en la tráquea. Otras condiciones médicas como enfermedades neuromusculares, lesiones cerebrales, traumatismos o cirugías laríngeas pueden alterar la eficacia de este reflejo, aumentando el riesgo de aspiración y complicaciones respiratorias asociadas.

La evaluación del reflejo laríngeo es una herramienta esencial en la valoración clínica de pacientes con disfagia o con riesgo de aspiración. Se pueden utilizar diferentes técnicas y métodos para evaluar la integridad y eficacia de este reflejo, como la laringoscopia directa o la videofluoroscopia. La identificación temprana de alteraciones en este reflejo permite implementar intervenciones adecuadas para reducir el riesgo de complicaciones asociadas y mejorar la calidad de vida del paciente.

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