DICCIONARIO MÉDICO

Radioscópico

¿Qué es radioscópico?

El término radioscópico en Medicina se refiere al uso de la radioscopia, una técnica de diagnóstico por imagen que emplea rayos X para visualizar estructuras internas del cuerpo en tiempo real. A diferencia de la radiografía convencional, que produce una imagen estática, la radioscopia permite la observación continua de procesos fisiológicos y la orientación en procedimientos intervencionistas.

La radioscopia se basa en la propiedad de los rayos X para penetrar los tejidos y ser absorbidos en diferentes grados por distintas estructuras corporales. Al pasar a través del cuerpo, los rayos X son captados por un detector especial que convierte las señales en imágenes visuales. Estas imágenes se pueden observar en tiempo real en un monitor, proporcionando una visión continua y dinámica del interior del cuerpo. Esta capacidad para ver en tiempo real es lo que distingue a la radioscopia de otras modalidades de imagen como la radiografía estática.

El uso de la radioscopia en medicina comenzó poco después del descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Conrad Röntgen en 1895. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado significativamente, mejorando la calidad de las imágenes y reduciendo la exposición a la radiación tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Los avances modernos incluyen el desarrollo de sistemas de fluoroscopia digital, que ofrecen imágenes de alta resolución con dosis de radiación más bajas en comparación con los sistemas antiguos.

En el campo de la Cardiología, la radioscopia es fundamental para procedimientos como la angiografía coronaria, el cateterismo cardíaco y la colocación de stents. Estos procedimientos permiten a los médicos visualizar las arterias coronarias y otras estructuras cardíacas, evaluar su función y realizar intervenciones terapéuticas. La visualización en tiempo real es esencial para guiar los instrumentos a través de los vasos sanguíneos y para colocar dispositivos como stents o válvulas cardíacas con precisión.

En Traumatología, la radioscopia se utiliza para guiar procedimientos como la reducción de fracturas y la colocación de implantes. Permite a los cirujanos visualizar huesos y articulaciones durante la cirugía, asegurando la correcta alineación y fijación de los componentes ortopédicos. También se utiliza en la inyección de articulaciones y otros procedimientos de manejo del dolor, donde la precisión en la colocación de agujas o catéteres es crítica.

La radioscopia también juega un papel importante en la Gastroenterología, particularmente en procedimientos como la endoscopia y la colocación de sondas de alimentación. Permite a los médicos visualizar el tracto gastrointestinal y guiar los instrumentos a las áreas de interés.

La seguridad es una consideración importante en el uso de la radioscopia. A pesar de los beneficios indiscutibles, la exposición a la radiación ionizante conlleva riesgos, incluyendo la posibilidad de daño a los tejidos y el aumento del riesgo de cáncer. Por ello, se aplican principios de radioprotección como la justificación de cada procedimiento, la optimización de la exposición para minimizar la dosis de radiación y el uso de medidas de protección personal. Los avances tecnológicos han contribuido a reducir significativamente las dosis de radiación, y el desarrollo de protocolos y guías clínicas ayuda a garantizar que los beneficios de la radioscopia superen los riesgos asociados.

La formación y experiencia del personal que realiza la radioscopia son cruciales. Los radiólogos, cardiólogos, cirujanos y otros especialistas que utilizan esta técnica deben tener una formación especializada en su uso y en las medidas de seguridad. La colaboración entre estos profesionales y los físicos médicos es esencial para optimizar la calidad de las imágenes y minimizar los riesgos para los pacientes y el personal.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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