DICCIONARIO MÉDICO

Radiografía

¿Qué es una radiografía?

La radiografía es una técnica de imagenología médica que utiliza radiaciones ionizantes para producir imágenes del interior del cuerpo humano. Estas imágenes permiten a los profesionales de la salud examinar y diagnosticar diversas afecciones, desde fracturas óseas hasta enfermedades pulmonares y tumores.

El principio fundamental de la radiografía es la capacidad de ciertos tipos de energía para atravesar el cuerpo y crear imágenes en una placa o detector. El grado en que diferentes tejidos y estructuras bloquean o detienen estas radiaciones se llama "densidad radiológica", y es precisamente la variabilidad en esta densidad la que permite que las imágenes se formen.

La historia de la radiografía se remonta al descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Conrad Roentgen en 1895. Desde entonces, esta técnica ha sido fundamental en la medicina, permitiendo avances y diagnósticos que antes eran imposibles. En el siglo XX, la radiografía fue esencial para el estudio de enfermedades tuberculosas, detección temprana de cánceres y la gestión de traumatismos.

En la práctica moderna, las máquinas de rayos X han evolucionado enormemente. Ahora, ofrecen imágenes de alta resolución con dosis mínimas de radiación para el paciente. Las radiografías se pueden realizar de muchas partes del cuerpo y son comunes en áreas como la torácica, abdominal, dental, entre otras.

La radiografía convencional, que es la más común, se realiza colocando una parte específica del cuerpo entre la fuente de rayos X y una placa o detector. Los rayos X se disparan hacia la parte del cuerpo, y lo que se registra en la placa es la cantidad de estos rayos que han pasado a través de ella. Los huesos, por ejemplo, aparecerán blancos o claros porque bloquean más rayos X que los tejidos circundantes. El aire se mostrará oscuro porque ofrece poca resistencia a estos rayos.

Las radiografías también son esenciales en ortopedia. Las imágenes obtenidas pueden mostrar si un hueso está roto o desplazado y dar detalles sobre la gravedad y el tipo de fractura. Los profesionales de la salud también utilizan radiografías para controlar cómo se está curando una fractura o para verificar la posición de un implante ortopédico, como una prótesis de cadera.

Además, las radiografías abdominales pueden revelar problemas en los órganos internos, como obstrucciones intestinales o piedras en la vesícula biliar o los riñones. La radiografía dental es común para verificar caries o problemas en las raíces de los dientes.

Sin embargo, es esencial mencionar que, aunque la radiografía es una herramienta valiosa, también tiene sus limitaciones. Por ejemplo, no muestra con detalle los tejidos blandos como músculos, tendones o ligamentos. Para estos casos, se pueden requerir otras técnicas de imagen, como la resonancia magnética o la ecografía.

La seguridad en la radiografía es una prioridad. Si bien se utiliza radiación, la cantidad es mínima y está regulada cuidadosamente. Los técnicos y radiólogos están entrenados para utilizar la menor cantidad de radiación necesaria para obtener una imagen de calidad. Además, las máquinas modernas están diseñadas para reducir aún más el riesgo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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