DICCIONARIO MÉDICO

Paromomicina

¿Qué es la paromomicina?

La paromomicina es un antibiótico aminoglucósido utilizado en el tratamiento de varias infecciones parasitarias y bacterianas. Descubierto en la década de 1950, la paromomicina ha sido un componente esencial en el arsenal de medicamentos antimicrobianos, particularmente en el tratamiento de la amebiasis intestinal, la giardiasis y la leishmaniasis.

La paromomicina actúa inhibiendo la síntesis proteica en las células microbianas. Se une a la subunidad 30S del ribosoma bacteriano, impidiendo la formación de complejos funcionales necesarios para la síntesis de proteínas. Esta acción detiene la proliferación de las células microbianas, permitiendo al sistema inmunitario del cuerpo eliminar la infección.

En el tratamiento de la amebiasis intestinal, una infección causada por el parásito Entamoeba histolytica, la paromomicina es especialmente efectiva. La amebiasis es una causa importante de diarrea en áreas tropicales y puede ser potencialmente mortal si no se trata. La paromomicina es efectiva tanto en el tratamiento de la infección aguda como en la eliminación del parásito del intestino, evitando así la transmisión de la enfermedad.

La giardiasis, causada por el protozoo Giardia lamblia, es otra infección intestinal en la que la paromomicina se usa con frecuencia. Este parásito se transmite a través del agua o alimentos contaminados y es una causa común de diarrea en todo el mundo. La paromomicina ha demostrado ser efectiva en la eliminación de Giardia del tracto intestinal, mejorando los síntomas y previniendo la propagación de la infección.

Uno de los usos más importantes de la paromomicina es en el tratamiento de la leishmaniasis, una enfermedad causada por parásitos del género Leishmania transmitidos por la picadura de mosquitos flebótomos. La paromomicina se ha utilizado tanto en formulaciones tópicas para la leishmaniasis cutánea como en formulaciones sistémicas para la leishmaniasis visceral, la forma más grave de la enfermedad.

Además de su uso en infecciones parasitarias, la paromomicina ha sido utilizada en el tratamiento de infecciones bacterianas, aunque su uso ha disminuido debido a la emergencia de resistencia a los antibióticos y al desarrollo de medicamentos más nuevos.

La administración de paromomicina puede ser oral o tópica, dependiendo de la infección que se esté tratando. Como antibiótico aminoglucósido, la paromomicina puede tener efectos secundarios, incluyendo toxicidad renal y ototoxicidad (daño al oído), aunque estos efectos son menos comunes en comparación con otros aminoglucósidos debido a su pobre absorción desde el tracto gastrointestinal.

El desarrollo de resistencia a los antibióticos es una preocupación en el uso de la paromomicina, como ocurre con todos los antibióticos. El uso prudente de este antibiótico es esencial para preservar su eficacia.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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