DICCIONARIO MÉDICO

Paraplejía espástica

¿Qué es la paraplejía espástica?

La paraplejía espástica es una condición neurológica caracterizada por una rigidez y contracción muscular progresivas en las extremidades inferiores. Este trastorno, que pertenece al grupo de las enfermedades llamadas paraplejías espásticas hereditarias, afecta principalmente a los músculos de las piernas, conduciendo a la espasticidad, una rigidez muscular que limita el movimiento.

Desde un punto de vista clínico, la paraplejía espástica se manifiesta por una alteración en la marcha y dificultad para la movilidad. Los pacientes suelen presentar una rigidez notable en los músculos de las piernas, lo que puede llevar a una marcha en tijera característica, donde las piernas se cruzan en forma de X al caminar. Además, pueden experimentar debilidad muscular, reflejos exagerados, espasmos y, en algunos casos, pérdida de la coordinación.

En términos de causas, la paraplejía espástica puede ser hereditaria, es decir, transmitida de padres a hijos. Existen diversos tipos de paraplejías espásticas hereditarias, cada una con diferentes patrones de herencia, incluyendo autosómica dominante, autosómica recesiva y ligada al X. Estas diferencias en la herencia genética determinan la probabilidad de que un individuo pueda transmitir la enfermedad a sus descendientes.

La base fisiopatológica de la paraplejía espástica involucra principalmente la degeneración de los nervios que controlan el movimiento muscular en las piernas. Esta degeneración afecta a las fibras nerviosas de la médula espinal, particularmente aquellas que se encargan de transmitir señales motoras desde el cerebro hasta las extremidades inferiores. El daño a estas vías nerviosas conduce a la espasticidad y las dificultades motoras características.

El diagnóstico de la paraplejía espástica se basa en la evaluación clínica, la historia familiar y diversos estudios complementarios. Las pruebas genéticas pueden confirmar la presencia de mutaciones asociadas con las formas hereditarias de la enfermedad. Además, se pueden emplear estudios como la resonancia magnética para evaluar la estructura de la médula espinal y detectar posibles anomalías.

El manejo de la paraplejía espástica se centra en el alivio de los síntomas y la mejora de la calidad de vida del paciente. No existe una cura para esta enfermedad, pero el tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos para reducir la espasticidad y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas para aliviar contracturas o deformidades. La fisioterapia juega un papel crucial, ya que ayuda a mantener la movilidad y a reducir la rigidez muscular.

Es importante destacar que la paraplejía espástica es una enfermedad progresiva. Aunque su velocidad de progresión puede variar significativamente entre los pacientes, la mayoría experimentará un incremento gradual de los síntomas a lo largo del tiempo. La adaptación del entorno del paciente y el uso de dispositivos de asistencia, como bastones o sillas de ruedas, pueden ser necesarios para facilitar la movilidad.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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