Oncocitoma

¿Qué es un oncocitoma?

Un oncocitoma es un tipo de tumor generalmente benigno, conocido por su composición de oncocitos, células ricas en mitocondrias que le confieren un aspecto característicamente granular y eosinofílico al citoplasma. Estos tumores pueden aparecer en varios órganos, siendo más comunes en las glándulas salivales, tiroides, riñones y glándulas adrenales.

Los oncocitomas se caracterizan por ser tumores sólidos, bien delimitados, que suelen presentarse de manera esporádica y sin una clara predisposición genética. A nivel histológico, se distinguen por una arquitectura celular ordenada, compuesta predominantemente por oncocitos. Estas células se definen por su abundante citoplasma granular debido a la alta concentración de mitocondrias, lo que les otorga un aspecto rosado o rojizo bajo el microscopio y es fundamental para el diagnóstico patológico de los oncocitomas.

En el riñón, los oncocitomas representan aproximadamente el 5% de todos los tumores renales sólidos, y a menudo se descubren incidentalmente durante exámenes de imagen realizados por otras razones. Aunque son generalmente benignos, su apariencia puede ser similar a la de los carcinomas de células renales en estudios de imagen, lo que plantea un desafío diagnóstico. El diagnóstico definitivo de un oncocitoma renal generalmente requiere una evaluación histológica postquirúrgica, dado que las características radiológicas no son suficientemente específicas para distinguirlo de formas malignas de tumores renales.

En las glándulas salivales, los oncocitomas son menos comunes pero pueden surgir en la glándula parótida. Se presentan típicamente como masas indoloras y de crecimiento lento, y el tratamiento suele involucrar la extirpación quirúrgica del tumor. Similar a su contraparte renal, el diagnóstico definitivo depende del examen histopatológico.

El tratamiento de los oncocitomas, en general, depende de su ubicación y del diagnóstico diferencial con otras entidades neoplásicas más agresivas. En muchos casos, la cirugía para extirpar el tumor es el tratamiento de elección, especialmente si existe incertidumbre diagnóstica o si el tumor causa síntomas por su tamaño o efecto sobre estructuras adyacentes. La naturaleza generalmente benigna de los oncocitomas significa que el pronóstico para los pacientes es favorable, aunque se requiere un seguimiento a largo plazo para detectar cualquier recurrencia o cambio en el comportamiento del tumor.

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