Medicación durante el embarazo

Este es uno de los temas que más preocupa a la mujer embarazada.

Es cierto que la exposición fetal a determinados fármacos durante la gestación puede producir malformaciones congénitas o alteraciones en la función de ciertos órganos, pero no podemos considerar a la mujer embarazada como una "huérfana terapéutica".

De los muchos fármacos que hoy día disponemos en la farmacopea, tan solo unos cuantos se han demostrado efectivamente teratogénicos, bien en experimentación animal o bien en estudios en humanos.

Sin embargo, en la inmensa mayoría de los fármacos, la realidad es que se desconoce con exactitud los posibles riesgos que pueden conllevar su toma.

Como regla general, habría que decir que, si no es estrictamente necesario, debe evitarse la toma de fármacos durante la gestación.

Hay que señalar que el periodo de la gestación de mayor riesgo para que se produzca una malformación congénita son las 10 primeras semanas de la gestación.

Posteriormente, se entra en una fase de maduración y perfeccionamiento de los órganos en el feto, excepción hecha del aparato genital y del sistema nervioso central.

Por lo tanto, después de las 10 semanas de gestación, fundamentalmente lo que existe es un riesgo de alteración de la maduración de algún órgano.

Así que, en general, hay que valorar en cada caso de manera individual el riesgo o el beneficio de la toma de un fármaco concreto.

Medicamentos permitidos durante el embarazo

Entre los fármacos en los que estudios controlados no han demostrado riesgos o no existen pruebas de riesgo en la especie humana nos encontramos el paracetamol como analgésico, la doxilamina o dimenidrato como antiemético, la heparina como anticoagulante y la penicilina y cefalosporinas entre los antibióticos.

Medicamentos contraindicados durante el embarazo

Ácido acetohidroxámico, ácido quenodeoxicólico, ácido hetacrínico, aminopeptidina, andrógenos, benzofetamina, danazol, derivados de la ergotamina, dietilbresbestrol, estrógenos, etetrinato, goserelina, isotretinoina, leuprorelina, lobastina, metotrexato, mixoprostol, nafarelina, penicilamina, plicamicina, quinina, rababirina, trilostano, urofilitrofina, Yodo 131.

Entre los fármacos que, estudios de investigación o informes tras la comercialización del producto, han demostrado la existencia de riesgos para el feto, se encuentran: acetoexamida, ácido etacrínico, ácido valproico, altetramina, aminoglucósidos, aminoglutetimina, azatropina, barbitúricos, benzodiacepinas, busulfan, carboplatino, carmustina, ciclofosfamida, cisplatino, citarabina, clorambucil, cloroquina, daunorubicina, dicumarínimos, diuréticos, tiacídicos, hetopóxido, fenacemida, fenitoina, fluxoridina, fludarabina, fluoracilo, flutamida, triancinolona, hidantoida, hidarubicina, ifosfamida, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, litio, lomustina, melfalan, meprobanato, mercaptopurina, metimazol, parametadiona, pipobromano, primidona, procarbacina, propiltiuracilo, progestágenos, tetraciclinas, tioguanina, tamoxifeno, trimetadiona, vinblastina, vincristina y yoduro potásico.

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