Prevención de caídas  en ancianos

El 75% de las caídas se producen en personas mayores de 65 años.

La importancia de las caídas en el anciano radica en la aparición de complicaciones, como pueden ser fracturas o heridas importantes, que obligan a la inmovilidad de la persona y, en ocasiones, a tener que someterse a una intervención quirúrgica, con el riesgo que ello conlleva.

Las causas que predisponen a que el anciano sufra dichas caídas son las alteraciones propias del envejecimiento, de la marcha y del control postural; y de aquellas enfermedad que alteran la estabilidad: enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular agudo, alteraciones visuales, alteraciones auditivas...

  • Asegúrese de que la casa tiene buena iluminación, de manera que se evite tropezar con objetos que son difíciles de ver. Instale luces nocturnas en el pasillo, hall, dormitorio y cuarto de baño.
  • Las alfombras han de estar bien sujetas al suelo o disponer de superficies antideslizantes.
  • Los cables de la electricidad no deben estar en el suelo o en zonas de paso.
  • Ponga barandillas en el cuarto de baño, para el uso de la bañera, ducha y retrete. Sustituya la bañera por una ducha.
  • No utilice escaleras sin barandillas, asegúrese que están bien iluminadas.
  • No coloque las cosas ni demasiado altas ni demasiado bajas, que todo esté al alcance de la mano, para de esta manera evitar el uso de escaleras.
  • Use zapatos de suela antideslizante y de tacón bajo.
  • Evite llevar sandalias y chanclas, para prevenir tropiezos.
  • Si no siente seguridad al caminar, use bastón o andador, así aumentará su base de apoyo.
  • Antes de levantarse de la cama o de una silla, siéntese unos minutos en el borde antes de ponerse de pie.
  • Si nota mareos o disminución de la visión, consulte con su médico.

En el Servicio de Rehabilitación contamos con un equipo de fisioterapeutas especializados que se adaptan a la situación patológica de cada paciente.

Tratamientos que ofrecemos:

  • Hidroterapia: se usa el agua como agente terapeútico.
  • Electro termoterapia (ultrasonidos, magnetoterapia, laserterapia, corrientes moduladas, etc).
  • Cinesiterapia: se usa el movimiento como tratamiento rehabilitador.
  • Terapias manuales (liberación miofascial, masaje de tejidos blandos).


Disponemos de una Unidad de Neurorrehabilitación específica para pacientes que han perdido o disminuido funciones neurológicas como consecuencia de un daño cerebral o medular.