Un nuevo tratamiento hormonal reduce un 26% el riesgo de fallecer por cáncer de próstata avanzado

El ensayo clínico internacional, en el que ha participado la Clínica Universidad de Navarra, se centró en estudiar el acetato de abiraterona en pacientes con cáncer metastásico resistente a castración que previamente hubieran recibido quimioterapia

De izquierda a derecha, el doctor José Luis Pérez Gracia, coordinador de Ensayos Clínicos de la Clínica y coinvestigador del ensayo, Iosune Goicoechea (enfermera), Susana Butrón (auxiliar), Ana Ojer (enfermera), Leyre Resano (enfermera), Mercedes Egaña (monitora), el doctor Ignacio Gil Bazo, investigador principal del ensayo, y Elena Navarcorena (enfermera).

6 de febrero de 2013

Un nuevo tratamiento hormonal (acetato de abiraterona) aplicado en casos de cáncer de próstata que progresan tras la administración de quimioterapia reduce un 26% el riesgo relativo de fallecimiento por la enfermedad, según los resultados de un ensayo clínico multicéntrico en el que ha participado la Clínica Universidad de Navarra.

El estudio, que ha contado con la participación durante 14 meses de 1.195 pacientes en 147 centros hospitalarios de 13 países, ha sido publicado en la revista especializada The Lancet Oncology. Por parte de la Clínica Universidad de Navarra, han participado los especialistas del Departamento de Oncología Ignacio Gil Bazo (investigador principal), José Luis Pérez Gracia (coinvestigador) y la enfermera Elena Navarcorena (coordinadora).

El ensayo tenía como objetivo estudiar los efectos de un nuevo tratamiento hormonal oral -acetato de abiraterona- en pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a castración (es decir, que sigue creciendo pese a que la terapia hormonal mantiene la testosterona a niveles muy bajos) y que previamente hubieran recibido tratamiento de quimioterapia.

Aparte de la actividad en el ensayo, la Clínica lleva más de un año de experiencia con este nuevo tratamiento del que ya se ha beneficiado cerca de una veintena de pacientes.

Beneficios en diferentes aspectos y en todos los subgrupos

Tal como explica el doctor Ignacio Gil Bazo, “la aleatorización del estudio se hizo en la proporción de 2 a 1. Por tanto, el doble de pacientes (797) recibió una dosis diaria de 1 gramo de acetato de abiraterona más 5 miligramos de prednisona dos veces al día. El grupo de control recibió un placebo más prednisona. A la hora de analizar los datos, cabe destacar que al grupo que tomaba placebo se le administraba también prednisona, un esteroide potencialmente activo en el tratamiento del cáncer de próstata”.

En cuanto a los resultados, el doctor Gil Bazo subraya que fueron favorables para los pacientes del grupo tratado en distintos aspectos: “El riesgo relativo de fallecimiento durante el estudio fue un 26% inferior en ese grupo. También se incrementó el tiempo medio hasta la progresión bioquímica, es decir por elevación del PSA y, desde el punto de vista radiológico, aumentó el periodo medio sin aparición de nuevas lesiones o crecimiento de las existentes. Al mismo tiempo, la mayoría de los pacientes tuvo una tolerancia muy buena al tratamiento y los efectos secundarios relevantes fueron leves en general como la fatiga (9% de casos) y la anemia (8%)”.

Además, destaca el especialista de la Clínica Universidad de Navarra, “en el análisis de resultados por subgrupos de pacientes se concluye que todos los subgrupos de pacientes que recibieron el fármaco de ensayo se beneficiaron: los que inicialmente tenían mejor y los que presentaban peor estado funcional; los que habían recibido una o dos líneas de quimioterapia (aunque los que habían recibido una se beneficiaron más); los pertenecientes a todos los grupos de edad; los que tenían afectación visceral (metástasis hepáticas o pulmonares) igual que los que no la presentaban, si bien estos segundos resultan más beneficiados;  y los que partían con un PSA elevado de inicio al igual que los que tenían niveles más bajos”.

Nuevo paradigma terapéutico para este tipo de tumores

Los resultados de este estudio, explica el doctor Gil Bazo, “refuerzan la nueva concepción de que los pacientes con enfermedad resistente a castración no son en realidad resistentes a tratamiento hormonal”.

En este sentido recuerda que “en los dos últimos años se han desarrollado cuatro nuevos fármacos y recobra importancia el tratamiento hormonal, incluso tras la quimioterapia, lo cual es motivo de enorme esperanza para el paciente”.

Por esta razón, añade, ha cambiado el modelo de abordaje del cáncer de próstata, el más frecuente en hombres a partir de los 50 años. “Cuando el tumor se detecta en una fase precoz, se realiza un tratamiento radical con cirugía, radioterapia o braquiterapia. A partir de ahí, la enfermedad podía progresar o no hacerlo. Cuando se reproducía, se consideraba que la enfermedad era sensible al tratamiento hormonal porque son las hormonas masculinas las que favorecen el crecimiento de las células tumorales”.

Tal como detalla, “en la mayoría de los pacientes la enfermedad dejaba de ser sensible al tratamiento hormonal al cabo de año y medio o dos años. Desde 2004, el tratamiento estándar en esa situación es docetaxel, un quimioterápico capaz de controlar la enfermedad en dicha circunstancia”.

Precisamente, el doctor Ignacio Gil Bazo participó recientemente como investigador principal de la Clínica Universidad de Navarra en otro ensayo clínico internacional multicéntrico con un fármaco hormonal: enzalutamida. Atendiendo a los resultados, sumados a los obtenidos ahora en el estudio con el acetato de abiraterona, el especialista en Oncología afirma que ha cambiado el paradigma terapéutico para los tumores resistentes a castración tras recibir quimioterapia. “Supone la apertura de una segunda línea de tratamiento. Aunque el primero con hormonas falle, esta enfermedad sigue teniendo un componente hormonal para que las células tumorales subsistan. El hecho de haber recibido quimioterapia no quiere decir que el manejo hormonal no tenga sentido, sino que ahora recobra importancia”.

En cualquier caso, concreta que el mecanismo de bloqueo hormonal de estos nuevos fármacos difiere del convencional: “No es un tratamiento antiandrogénico puro, sino que bloquea la síntesis de andrógenos en las glándulas suprarrenales. El acetato de abiraterona es el primer inhibidor selectivo e irreversible del CYP17 (enzima que sintetiza andrógenos en distintas localizaciones del organismo) que demuestra incremento significativo de la supervivencia en este contexto clínico”.

Referencia de la publicación:
Abiraterone acetate for treatment of metastatic castration-resistant prostate cancer: final overall survival analysis of the COU-AA-301 randomised, double-blind, placebo-controlled phase 3 study.  Lancet Oncol. 2012 Oct;13(10):983-92.
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